
Redescubrir la presencia sentida.
La presencia sentida es una puerta, entonces.
No hacia la calma perfecta, sino hacia una forma nueva de mirar y habitar lo que somos, sin juicio, sin exigencia, sin tanto monológo interno constante.
Sin tener que arreglar nada. A través de la atención amorosa y del contacto delicado, podemos ir soltando nudos internos, capa por capa.
Atravesando lo que nos habita con respeto, sin forzar, siendo testigos de como se afloja nuestro cuerpo cuando se afloja la mente y viceversa… sin tener que entenderlo todo.
De estar presentes sin miedo. Sin tensión, libres, en unidad.
Te invito a explorar juntas esta forma de estar.
Has visto los niñoªs, cómo son de espontáneos y flexibles, auténticos y abiertos. Un día fuimos así. Tal vez no te acuerdas, fuimos con plenitud.
Y cómo puede ser que olvidáramos cómo es estar en ese estado?
Los humanos somos delicados, y cuando caemos en un lugar donde olvidamos esto, comenzamos a cargar en nuestras células memorias, recientes o lejanas.
Heridas antiguas, experiencias no digeridas, silencios apretados...que tratamos de evitar.
Y aunque las apartemos, esas memorias no desaparecen, solo se ocultan en la sombra del inconsciente y a veces se expresan a través del cuerpo cuando este ya no puede más.
Cuando se convierte en carga, en tensión, en reacción.
Luego, con el tiempo, frases como "estar presente", "aquí y ahora", "siente tu presencia" pueden sonar inspiradoras, pero también pueden ser una experiencia intensa, incluso sobrecogedora.

Sesiones 1:1
Mi método es el resultado de mi experiencia personal, de la mano de maestros y maestras de diferentes ramas de conocimiento.
He unificado todos esos caminos en un solo proceso, un método que se coloca a tu servicio para revisar tu biografía con una mirada muy presente y amorosa, dotándote de recursos que te acompañarán de por vida .